Hermanos y amigos los saludos e el amor de nuestro Señor Jesucristo.
Quiero contarles un pequeño testimonio de lo que hizo Jesucristo en mi vida. Mi nombre es Martha Mejía Salguero tengo 52 años, casada, tengo 3 Hijos, Sandro Giuliana y Miguel.
Mw divorcie del padre de mis hijos cuando estaban muy pequeños, tengo un segundo compromiso casada hasta el dia de hoy.
Mis dos hijos mayores se casaron, el tercero soltero sufria mucho porque no encontraba esa paz y felicidad que uno siempre busca, mi esposo llegaba siempre mareado por el licor y por ende pleitos riñas y peleas en casa.
Un dia me invitaron a una Iglesia Cristiana, por medio de mis hermanas, asistia pero no conocia todavia el amor de Dios, no sabia que el Señor me llevo porque tenia u proposito en mi vida.
Mi hija Giuliana tuvo un parto por cesarea my riesgoso el bebe nacio con un mal congenito llamado el "pirolo" lo operaron a los 15 dias de nacido, fue creciendo hasta que a la edad de 11 años volvio a tener los sintomas de este mal, vomitos, estreñimiento, ya nada le concentia en el estomago siempre paraba en el hospital, hasta que los doctores dijeron que tenia que volver a operarlo porque tenia los intestinos muy largos, yo vivo en la Ciudad de Chincha Alta al Sur de la Capital del Peru y tenia que viajara Lima a terminar de hacer los analisis y placa porque eso lo hacen solamente en la capital, antes de viajar yo lo lleve a a Diego (porque asi se llema mi nieto), a mi iglesia para que oracemos por el y por la situacion dificil que nos toco vivir, le pedi tanto a Dios que el me mostrara su amor y lo sanara y esa misma noche vivi el milagro de su amor, dice Diego que cuando el Pastor le puso la mano en el estomago el sintio que su vientre paracia una licuadora porque todo le daba vuelta, mientras la iglesia oraba por su sanidad, ya el Señor habia obrado en su vida. Viajamos a Lima a seguir con el tratamiento que duro una semana, mientras tanto en la iglesia seguian orando pero en agradeciemiento a Dios porque ya el estaba sano.
Cuando nos llamaron para darnos los resultados todo salio positivo ya no era necesario la endoscopia y por ende no habia nada que operar ¡Gloria a Dios¡ en ese momento Diego y yo oramos y dimos la gloria y la honra al Señor porque el es quien lo habia sanado. Ahora Diego tiene 13 años y vive una vida normal y por mi parte sigo en los caminos de nuestro Señor Jesucristo, agradeciendole por todas las maravillas que el hizo y ademas pidiendole que un dia toda mi familia llegue a los pies de Jesuscristo especielmente mi esposo y mis hijos, sigo orando por ellos.
Bueno es asi que conoci el amor de Dios para mi, me despido en el amor del Señor Jesucristo y que este testimonio sirva para que muchas personas conosca el verdaero amor que viene de lo alto.
Su hermana en Cristo
Martha.
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