Nuestros Líderes
viernes, 25 de noviembre de 2011
Primero sana tu corazón
Es increíble como en el amor podemos tropezar mil veces en el mismo asunto, pareciera que muchos son amantes del dolor que causan las equivocaciones en el ámbito amoroso y más específicamente en el noviazgo.
Conozco cientos de casos que se han equivocado en lo mismo en varias ocasiones y con diferentes relaciones. Se supondría que si en algún momento nos equivocamos tendríamos que aprender para no volver a cometer el mismo error, pero por alguna extraña razón pareciera que olvidamos rápidamente cual fue el error que cometimos en la pasada relación y volvemos a cometerlo en la que ahora tienes y lo cometerás en la que entablaras más adelante.
Ya lo he dicho en más de alguna vez: No soy partidario de que andes probando de relación en relación. La intención de un verdadero cristiano no es probar y probar, sino esperar en Dios a la persona que es la indicada y cuando recibas la paz de Dios en tu corazón para entablar esa relación con esa muchacha o muchacho, entonces que sea para siempre. Un noviazgo es la antesala al matrimonio, la idea del noviazgo es que termine en un feliz matrimonio.
Lastimosamente hoy en día es difícil mantener un solo noviazgo antes de llegar al Matrimonio, por lo general los solteros de hoy en día están tan acostumbrados a comenzar una relación, terminarla, luego comenzar otra y terminar y así sucesivamente, eso habla muy mal del poco compromiso que existe, tanto para tomar la decisión de entablar un noviazgo, como también de amar a la persona con la cual se entabla la relación.
Conozco muchos solteras y solteros que terminan muy mal de una relación y que a la semana, al mes o al poco tiempo están entablando otra relación, sin antes haber permitido que Dios sane su corazón por completo.
Por eso hoy quiero hablar de este tema: “Primero sana tu corazón” y cuando hablo de “sana” no me refiero a algo que tú vayas a hacer, sino algo que Dios tiene que hacer en ti, antes de entablar una nueva relación.
Este artículo va dedicado para todas aquellas personas que terminaron mal una relación de noviazgo y cuando comenzaron otra al poco tiempo, también les fue muy mal.
Comenzaste una relación que creíste que era la perfecta
Es obvio que cuando comienzas una relación con alguien, es porque crees o por lo menos consideras que esa es la chica de tus sueños o tu príncipe azul. Es difícil entablar una relación sin pensar que esa chica o chico te va a hacer feliz y que en él o ella encontraras lo que siempre buscaste de una persona.
La mayoría de solteros hoy en día, ni se molestan en consultar a Dios antes de entablar una relación, simplemente buscan a alguien que les guste (por lo general se fijan en lo exterior) y luego se lanzan a la cacería y en muchas ocasiones consiguen su presa. Pero la realidad cristiana tendría que ser otra, alguien que se haga llamar cristiano e hijo de Dios, tendría que consultar a su Padre antes de entablar una relación. Recordemos que esto no es un juego, ni una caja de sorpresas en la cual “por suerte” encontraras a la mujer o el hombre de tu vida. ¡No! Esto del noviazgo tendría que ser algo serio, un compromiso tanto con Dios, como con la persona a la que le declararas tu amor.
Si tú eres de los que piensan: “No, yo no tengo que consultar a Dios, yo solo tengo que buscar a alguien, porque Dios no vendrá y me la pondrá en mis narices y me dirá: “Esa es”, por lo que yo tengo que buscarla y probar a ver si esa es o no”. ¡Vaya!, Con todo respeto: ¡Que equivocado estas!, ¿Quién te ha dicho que eso es así?, ó ¿Qué te hace pensar que lo que tú piensas o crees es lo que Dios también piensa o cree sobre ese asunto?, soy sincero y lo he dicho muchas veces: Yo no soy dueño de la absoluta verdad, lo que yo escribo es mi punto de vista personal que he obtenido en base a varios años en este Ministerio y sobre todo en mi experiencia personal, pero a pesar que la Biblia no habla sobre “noviazgo” en sí, ni existe esa palabra, entonces tenemos que recurrir a algunos versículos que nos orienten a vivir una vida que agrade a Dios y el noviazgo no tendría que ser la excepción en el sentido de agradar a Dios en todo lo que haces.
La Biblia dice: “Entrega al SEÑOR todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará” Salmos 37:5 (Nueva Traducción Viviente). La Biblia que es la Palabra de Dios mismo, nos dice que al entregar al Señor todo lo que hacemos y confiar en Él, obtendremos su ayuda.
Nada de lo que alguien diga me hará dejar de pensar y creer que TIENES QUE CONSULTAR A DIOS SIEMPRE antes de entablar un noviazgo. Si quieres que te vaya bien, consulta a Dios, pon en las manos de Dios esa decisión ANTES DE TOMARLA, no después que ya la hayas tomado.
La mayoría comete el error de decir: “Señor, dime si es ella” o las chicas: “Dios, dime si es él”, pero luego de orar se van y entablan la relación, como que si Dios ya les hubiera contestado.
Una cosa es CONSULTAR y otra es QUE DIOS TE RESPONDA y para ello puede tardar un tiempo, en el que quizá vas a conocer a esa persona mas como amigo, antes que como novio o novia, y en donde posiblemente encontraras o notaras algunos aspectos de esa persona que a lo mejor no te gustan o no son compatibles contigo y la respuesta de Dios en ese tiempo puede ser: “No, no es él ó no es ella”. Pero la mayoría de nosotros NO CONSULTAMOS A DIOS, sino que oramos y ACCIONAMOS antes que nos la quiten. ¡Bah! Si te “la quitan”, ¿Qué?, lo que no es tuyo, no es tuyo, ¿Por qué llorar por lo que nunca fue para ti? Si alguien realmente te ama y tú también amas a esa persona, entonces ¿Quién podrá quitártela?, el amor que sentirán los harán esperar hasta que Dios de una respuesta, ahora si no espero y se fue con alguien más, ¿Qué te hace pensar que realmente te amaba?, esto es tan sencillo, pero a la vez tan difícil de comprender.
Ahora bien, volviendo al punto del inicio: “Todos comienzan una relación creyendo que será la perfecta”. Pero por no consultar a Dios o por no tomarlo en cuenta en su relación, permitiendo ciertas cosas que no son las de unos hijos de Dios, poco a poco la relación se fue deteriorando a tal punto que las peleas se convirtieron en el pan de cada día, de pronto las palabras lindas y cariñosas se convirtieron en ofensas, desprestigio y una que otra palabra o frase de esas que quedan por mucho tiempo en tu mente y corazón y que lo único que hizo es quebrar en ti aquel amor que un día pensaste sentir.
La mayoría de relaciones de noviazgo terminan por peleas constantes, por celos desmedidos y a veces sin una razón valedera, por carias fuera de lugar que convirtieron aquella linda relación en una relación de pecado y en donde no podían detenerse aunque lo hablaran cien veces. Relaciones que sobrepasaron los límites llegando al sexo ilícito y que lo único que provocaba era un sentimiento de culpa y vergüenza delante de Dios. Otras muchas terminan porque dicen que el amor se acabo, pero no es que el amor se acabe, sino que todas las acciones que hicieron, las palabras que dijeron sin pensar y situaciones que todo esto provoco hizo que comenzaran a verse, no como ese príncipe o princesa que en un principio veían, sino como el ogro o la bruja mas desconsiderada o desconsiderado que podría existir y poco a poco provoco que esa relación llegara a un fin.
Terminaste la relación que tenias y ahora estas en un periodo de dolor y reflexión
Por muy decisión tuya que haya sido terminar esa relación siempre duele, aun cuando digas que no o que te hagas ver el fuerte, siempre duele. No es fácil terminar con alguien con la que pensaste que te casarías o con la que te ilusionaste pensando que serias feliz toda la vida.
Ahora un dolor te embarga, tanto si tú tomaste la decisión y mayormente si tú fuiste al que dejaron o a la que dejaron. Tu mente es una fábrica de toda clase de pensamientos, desde aquellos que no te permiten comprender del porque, como también pensamientos de: “Nunca me quiso”, “Jamás me amo”, “Solo me dijo mentiras”, tantas cosas que pasan por la mente de una persona que termino una relación en la que tenía puestas sus esperanzas de algo mejor.
No sé por qué razón, la mayoría en este periodo buscan consuelo y terminan metiendo más la pata.
Por lo general siempre hay un amigo para las chicas o una amiga para los chicos que siempre está dispuesto a escuchar tus quejas, a consolarte, a estar contigo en ese “difícil momento”. Y el desconsolado o la desconsolada siempre buscan el cariño y comprensión que no encontró en la persona con la que acaba de terminar.
¡Cuidado con el síndrome del solitario(a)!
Y es aquí en donde realmente comienza el tema del cual quiero hablar, después de esta corta introducción comenzamos a analizar el problema.
Por lo general una persona que acaba de terminar una relación busca la forma de no sentirse solo o sola y por lo general lo encuentra. Siempre hay una chica o para las chicas un chico que está dispuesto a ser tu paño de lagrimas y a decirte lo mucho que vales y lo poco que te valoraron.
Chicas y Chicos amigos de personas que acaban de terminar una relación: ¡TENGAN CUIDADO!
Cuando alguien acaba de terminar una relación tiene todos sus sentimientos alborotados, no sabe lo que realmente quiere, no se pone a pensar de lo que dice y no tiene seguridad de lo que siente. Hay todo un tsunami de emociones que van y vienen, y por lo que personalmente recomiendo: NO ENTABLES UNA RELACIÓN mientras tu corazón no esté SANO.
El mayor error de una persona que acaba de terminar una relación es: COMENZAR OTRA al poco tiempo.
Chicos y chicas amigos de personas que acaban de terminar una relación, por mucho que lo quieras o por mucho que quizá te guste o lo que sea, no permitas que esa persona entable una relación rápidamente, ni contigo, ni con nadie más, porque esa relación que va a entablar es un prospecto de un seguro fracaso.
Cuando alguien termina una relación, no sabe bien lo quiere y siente que lo único que necesita es no estar solo, por eso es que muchas personas después de terminar una relación buscan otra persona con la que se puedan sentir “bien” para olvidar el mal episodio que acaban de pasar.
En mi país El Salvador hay un dicho que dice: “Un clavo saca a otro clavo” haciendo referencia a que alguien quiere olvidar a una persona, con otra persona. Pero la verdad es que tarde o temprano quizá esa relación terminara igual o peor, porque la decisión que se toma apresuradamente sin consultar a Dios y sobretodo dejada llevar por emociones falsas, siempre terminan mal, muy mal, sino pregúntale a más de un amigo tuyo que ya ha pasado por eso o quizá tú que me lees lo has experimentado, tanto como víctima o como victimario.
A través de mi experiencia en este ámbito y a través del Ministerio he podido constatar que la GRAN MAYORIA de relaciones que se entablan al poco tiempo de terminar otra NO FUNCIONAN y seguramente serán un fracaso más.
¿Qué tendría que ser lo correcto después de terminar una relación?
Esta es quizá la pregunta que en este momento circula por tu mente, ¿Qué tendrías que hacer? ó ¿Cómo tendrías que sobrellevar esta situación?
Con toda humildad quiero aconsejarte algunos puntos para que los tomes en cuenta y no se repita la misma historia en tu vida:
Reflexiona en lo que estuvo mal: “Reflexionemos seriamente en nuestra conducta, y volvamos nuevamente al Señor” Lamentaciones 3:40 (Dios Habla Hoy). No puedes hacerte el que no es contigo. Si terminas una relación es porque algo salió mal. Lo primero que tienes que hacer antes de entablar una nueva relación es reflexionar sobre que errores cometiste, que acciones o palabras no debes utilizar cuando vuelvas a entablar una nueva relación. Se consiente y humilde en reconocer tus errores porque seguramente tienes tus cuantos. Y no solo los reconozcas sino que también trata de trabajar en ellos para no volver a cometerlos.
No ilusiones a nadie en este tiempo: El mayor error que puedes cometer cuando terminas una relación es ilusionar a alguien más. A alguien que a lo mejor siempre te ha expresado su cariño, no puedes ir en busca de alguien que pague los platos rotos. Tienes que ser responsable y no dañar los sentimientos de nadie más. Si a ti te ha pasado esto, es porque cometieron (ambos) errores que los llevaron a esta situación, ahora, no te desquites con alguien que no tiene la culpa. No ilusiones falsamente a alguien de la cual quizá no sientes un amor verdadero, porque te meterás en otro lio, saldrás mal otra vez y lo peor, te pasaras llevando a alguien que no tenía la culpa. Por lo que más quieras ¡No ilusiones a nadie más!
Se fuerte en soportar la soledad: Después de estar acostumbrado o acostumbrada a la compañía de esa persona, ahora te veras solo y seguramente te hará falta, pero tienes que ser fuerte frente a la soledad que sentirás, el cambio de rutina siempre duele y es difícil de sobrellevar, pero no imposible. Tienes que sacar fuerzas de donde no hay y hacerle frente a esa situación. Si gustas entabla buenas amistades en este tiempo pero de preferencia que sean de tu mismo sexo, para que los sentimientos alborotados que tienes no te lleven a ilusionar o ilusionarte con alguien de tu sexo contrario.
Busca a Dios y vuélvete en comunión con Él: “Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos” Proverbios 23:26 (Reina-Valera 1960). No hay forma de salir de una situación difícil que no sea a través de la búsqueda continúa de Dios. Quizá tu relación te consumía mucho tiempo y las cosas que hacías con esa persona te iban alejando poco a poco de tu relación personal con Dios. Ahora que las cosas no salieron como esperabas, es buen momento para volverte a Dios y comenzar de nuevo. No pienses que Dios no te recibirá y se ha apartado de ti, Dios siempre está atento a aquellos que de corazón sincero lo buscan. Comienza nuevamente tu relación personal con Dios, ora, lee la Biblia, congrégate, sirve en tu congregación, mantente en continuo movimiento en el Señor para que todo pueda llevarse de mejor manera.
Tendrás que esperar un buen tiempo: El proceso quizá será un poco largo, lo ideal sería que esperaras un buen tiempo antes de entablar una nueva relación, un tiempo prudencial en el que tu corazón sea sano y eso solo se lograra a través de la comunión que tengas con Dios y del perdón que hallas otorgado a la persona que te daño o con la que terminaste la relación. No entables relaciones a corto plazo, date un tiempo de soltería en el cual reflexiones, evalúes, busques a Dios y en donde tu corazón esté listo nuevamente para permitir que alguien más toque la puerta de tu vida. ¿Qué tiempo seria el ideal?, no hay un tiempo específico pero desde mi punto de vista tendrían que ser varios meses quizá o un año sería perfecto. Todo esto en base a que tu corazón se sienta libre de todo dolor, frustración y falta de perdón que quizá podría haber adolecido. Recuerda: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1 (Reina-Valera 1960).
Tú corazón tiene que estar libre
Es importante que comprendas esto: mientras en tu corazón exista resentimiento, rencor, falta de perdón, o cualquier sentimiento parecido hacia la persona con la cual terminaste una relación, entonces significa que: NO ESTAS LISTO PARA ENTABLAR UNA NUEVA RELACIÓN.
Tampoco te hagas el súper fuerte y digas que ya superaste todo y que estás listo, si esa relación quizá la terminas la semana pasada o hace un mes. ¡No!, aun cuando creas que estás listo o lista, por favor: TOMATE UN TIEMPO, si es posible: UN BUEN TIEMPO.
Disfruta tu soltería, entabla bonitas amistades, no todo en la vida tiene que ver con amor y noviazgo, hay más cosas lindas de las cuales puedes disfrutar, tu tiempo llegara, y cuando eso pase entonces será porque tu corazón estaba listo para recibir a alguien más, mientras tanto ESPERA Y CONSULTA A DIOS.
Cuando tu corazón por fin este libre de cualquier sentimiento que pueda estropear una relación más, entonces Dios pondrá en tu vida a una persona que seguramente te amara no como pensaste, sino más de lo que imaginaste. Solo recuerda en hacer bien las cosas: CONSULTAR y ESPERAR una respuesta de Dios. ¡No te apresures, para todo hay tiempo!
Se sincero contigo mismo y si tu corazón aun no está sano de la relación anterior, por favor: No entables otra relación, porque te seguirás sintiendo mal, y de paso dañaras a una persona que no se merece ser dañada.
¡Ríndete a Dios, dale tu corazón y Él lo sanara!
“Dios mío, tú eres todo lo que tengo; de todo corazón quiero obedecerte y agradarte. ¡Cumple tu promesa y dame ánimo!”
Salmos 119:57 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
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