Estamos en la última semana de este año 2011 y por lo general la mayoría de nosotros tomamos estos últimos días para reflexionar sobre lo que hemos logrado o no logramos en este año.
Siempre que iniciamos un nuevo año nos proponemos metas que cumplir, comenzamos cada año con la intención firme de lograr aquello que nos propusimos, pero durante avanza el año hay ciertas situaciones que poco a poco nos van haciendo olvidar los propósitos que nos pusimos al iniciar el año a tal punto que en la mayoría de veces, no vemos cumplidas aquellas metas que en un inicio de año nos trazamos.
Y es que no hablo de esto para que nos desanimemos al ver que no logramos lo que queríamos o no alcanzamos las metas que nos propusimos, sino más bien de que no podemos prever lo que va a pasar, si no solo intentar llegar allí, pero eso no significa que lo lograremos en el tiempo que nosotros creemos que será, pueda que para llegar a esa meta pase más tiempo del que creímos, pero eso no es motivo de desanimo, si no al contrario, tendría que ser una razón para motivarnos a seguir adelante para lograr los objetivos que nos hemos trazado.
Quizá en estos días te encuentras un poco triste de saber que no lograste alcanzar tus metas que en un inicio de año te propusiste, quizá hasta cierto punto te siente fracasado o fracasada, pero no lograr una meta en un año NO ES FRACASO, si no que significa que para alcanzar esa meta utilizaras más tiempo.
Pienso que a veces nosotros mismos nos ponemos metas que no vamos a lograr en tan corto tiempo, hay metas que tardaran más de un año en que las cumplamos, pero la victoria o el fracaso no estará en el tiempo que propusimos en alcanzarlo, eso no tiene que determinar si obtendré una victoria o fracaso, el tiempo, es nada mas eso: TIEMPO.
A veces somos muy duros con nosotros mismos, nos reprochamos cosas que si fuéramos realistas desde un inicio aceptaríamos que no podemos cumplir en un año, pero somos tan duros con nosotros mismos que nos enojamos, nos entristecemos y hasta queremos rendirnos de luchar, solo porque no alcanzamos la meta en el tiempo que nosotros queríamos. ¿Y qué tal si Dios no quería que fuera este año?
A veces creemos que somos dueños de todo, que las cosas se harán cuando nosotros queremos, como nosotros queremos y en el lugar y momento que elijamos, pero ¿Qué si Dios no lo quiere según como nosotros lo tenemos planeado?, ¿Qué tal si Dios quiere moldear otras áreas de nuestra vida antes que alcancemos esa meta?, ¿Qué tal si por más que luchemos por alcanzar ese objetivo en este año, Dios ya había determinado que no iba a ser este año?
Y no hablo de ser conformista, ni mucho menos que nos acomodemos en la vida; hablo de no ser duros con nosotros mismos, de no exigirnos más de lo que Dios no está exigiendo, si este fuera el caso. A veces me imagino a Dios moviendo su cabeza de una lado a otro como diciendo: “Ay mi hijo, no entiende que Yo manejo los tiempos”.
La Biblia dice lo siguiente:
“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin” Eclesiastés 3:11 (Nueva Versión Internacional)
La voluntad de Dios para nuestra vida no es que nos animemos o desanimemos si logramos o no un objetivo que tuviéramos en este año.
La voluntad de Dios es que sigamos intentando alcanzar aquellas metas u objetivos que nos hemos trazado, que no nos rijamos por un tiempo en base a un calendario o un reloj, si no que veamos el objetivo más allá del tiempo.
Quizá este año no fue, pero ¿Qué si el otro si es?, no te sientas triste, ni te menosprecies, tu eres especial para Dios y si en este año no alcanzaste todo lo que te propusiste, no es razón de reprocharte o exigirte cosas que quizá no hubieses podido lograr, al contrario, es motivo para seguir intentándolo, no basándote en un tiempo especifico, sino en el objetivo que quieres alcanzar independientemente del tiempo que lleve el alcanzarlo.
Estoy seguro que Dios quiere verte sonreír, no porque lograste o no ese objetivo, sino porque tú al igual que yo estamos seguros que lograremos nuestros objetivos, nuestras metas, nuestros sueños, porque ellos no están regidos por un tiempo de reloj o fechas de calendario, sino mas bien están en las manos de aquel que nos da TODO, esto es: Nuestro Padre Celestial, que nos dará en el tiempo perfecto lo que Él tiene para nosotros.
¡Termina este año sonriéndole al Señor, porque te esperan cosas hermosas muy pronto!
por Enrique Monterroza
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